BLUE JASMINE
Siempre he confiado en la bondad de un extraño
Woody Allen ha vuelto a hacerlo. "Blue Jasmine" sin ser una obra redonda si que es mucho mejor que su "A Roma con amor" y está a la altura de propuestas tan interesantes como "Scoop" o "Cassandra's Dream".
En este caso, nos cuenta la historia de Jasmine, una mujer que lo tenía todo para ser tremendamente feliz: dinero, joyas, un matrimonio que funcionaba y unas propiedades inmensas. De repente, totalmente arruinada, acude a su hermana adoptiva Ginger, una chica mucho más humilde que vive en un barrio urbano de San Francisco.
A lo largo de una serie de flashbacks descubriremos las causas por la que Jasmine está sufriendo en sus carnes ese cambio tan drástico. Todos ellos, con el toque de ingenio que siempre caracterizan los diálogos del neoyorquino.
El punto por el que merece ser admirada esta película se fundamenta en las increíbles interpretaciones con las que cuenta.
Cate Blanchett directamente brilla. Es la razón principal por la que merece la pena ver los 100 minutos que dura en total la cinta. En sus miradas, en sus gestos podemos ver la caída de una mujer que probablemente si nos la encontrásemos por la calle, nos encantaría tomar un café con ella. En todas las escenas destaca y tiene un magnetismo en pantalla impresionante. Hace una de las actuaciones más potentes de las vistas este
año que poco a poco se va apagando.
El resto del casting está bastante bien destacando a un divertido Bobby Cannavale (extraño homenaje a Marlon Brando en un supermercado... aunque tronchante) y un correcto Peter Saarsgard.
Este Woody Allen es el que me gusta ver. Vale que no sea el que me enamoró con "Midnight in Paris" o "Match Point". Pero tiene calidad y si la mantiene , seguro que dejará un legado mucho mejor todavía a sus fans.
"Blue Jasmine" os espera en las salas. No le devuelvas la invitación.
LO MEJOR: Cate Blanchett en acción. ¿Hace falta algo más?
LO PEOR: Doblaje pésimo.
NOTA: 7,5
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