Crítica de "Django Desencadenado" de Quentin Tarantino.

DJANGO DESENCADENADO.
Freedom

Quentin Tarantino es un genio, le pese a quien le pese. Su estilo es único, irrepetible y sobre todo "inimitable". Con sus historias hace lo que le da la gana, y si se basan en acontecimientos de la historia mundial, más todavía. Si en su última obra maestra, coroneles nazis y hasta el mismísimo Hitler sufrieron en sus carnes la violencia más extrema, en esta "Django Desencadenado" quienes más van a padecer son los explotadores de negros.
Una pareja de cazarrecompensas formada por un antiguo esclavo y un alemán harán la vida imposible a todo aquel que decida denigrar a la raza negra. Todo ello en los Estados Unidos de finales del siglo XIX.
La venganza es un tema que suele explotar con mucho talento este realizador, y en esta cinta, no iba a ser menos. Para ello, no renuncia a abundar en muchas de sus escenas de vísceras, sangre y demás articulaciones (protagonistas siempre en las cintas de Tarantino). Y lo hace con tanta clase que consigue no empañar al conjunto de la película, como siempre.

Alabanzas al director y a su filmografía aparte, empezaré a escribir unas líneas sobre este "Django" tan particular y personal.

La elección del casting me ha parecido muy acertada. Me encanta volver a ver al (siempre) genial Christoph Waltz, quien al menos para mí, está soberbio (otra vez) tras la pasada colaboración con el realizador en "Malditos Bastardos". Jamie Foxx me resulta muy convincente en su papel, sobre todo en la parte final de la película donde verdaderamente cobra un gran protagonismo. Quien me ha decepcionado un poco ha sido Leonardo Dicaprio. No sé si es porque su personaje es tan desagradable que es imposible interactuar con él o si realmente es porque su actuación no me ha terminado de convencer. Necesito verla por segunda vez y fijarme en él, porque me resulta raro que un actor del que siempre me encantan sus interpretaciones me haya dejado un pelín frío. Pero sin duda alguna, la revelación para mí ha sido Samuel L. Jackson. ¡¡¿Pero bueno?!! Si este señor ya se salía en "Pulp Fiction"... Aquí demuestra que es un actorazo de los pies a la cabeza, y que cuando trabaja en serio, logra trabajos muy sólidos. Su personaje, al igual que el de Dicaprio, es muy antipático para el espectador, pero este cuenta con la escena más "potente" de toda la cinta. Kerry Washington sale poco, pero luce muy bien en sus escenas y da lo mejor de sí, aprovechando cada una de ellas.
El guión, de nuevo, tiene momentos sublimes y con toques de humor absurdo que a servidor le hacían reír en los momentos más oportunos y algunos no tanto. La banda sonora es muy curiosa y de calidad. La mezcla de música del mismísimo Ennio Morricone con algunas canciones country e incluso raps resulta ser muy original y que se adecuan muy bien con las situaciones que se quieren mostrar.
El vestuario y la ambientación están muy logrados y el trabajo de maquillaje y de efectos visuales están perfectamente alineados a la hora de mostrar una violencia tan extrema. Las cicatrices de latigazos en la espalda de "Django" están muy bien conseguidas y los efectos de la sangre después de los disparos y de los golpes, además de ser muy desagradables, son muy reales.

Sin embargo, esta obra de Tarantino, siendo una película muy notable, le falta muy poco para ser sobresaliente. En su contra le juega su excesiva duración. Demasiado larga, e incluso en la parte de Candy, pierde un poco de ritmo. Se compensa ese error con las posteriores escenas que resultan memorables.
Con su anterior cinta, Tarantino dejó el listón muy alto, y era muy díficil superarlo. Muchos fans me matarán, pero este "Django Desencadenado" me ha parecido inferior a "Malditos Bastardos". No obstante, tengo que recordar que es una película muy buena, de una calidad muy superior a la media de cintas que se estrenan a lo largo del año, y con escenas muy pero que muy grandes. Para ser subjetivos, tengo que decir que "Malditos Bastardos" me apasionó por esa manera de mezclar el cine con la historia y con el nazismo. Realmente admirable. Con "Django Desencadenado" sé seguro que cuando la vea en más visionados, me apasionará de la misma manera que lo ha hecho con  su anterior film.

El chico malo de Hollywood firma un espléndido homenaje al "Spaguetti Western", que a pesar de durar cerca de 3 horas, resulta muy estimulante para los fans del cineasta, y que cuenta con actuaciones naturales y en estado de gracia. Con escenas grandiosas, deleitará hasta al público más exigente.
Un canto a la libertad y a la venganza de un gran realismo.

LO MEJOR: Tarantino es un crack. Y lo que le queda todavía por enseñarnos...
LO PEOR: Algún momento de bajón en el metraje.

NOTA: 8