lunes, 5 de agosto de 2013

Las películas de mi vida: "Amelie" de Jean Pierre Jeunet





Tras un mes sin escribir en este blog por razones personales (además de estar con vacaciones), me dispongo a seguir con esta sección que ya empecé con la musical "Moulin Rouge" de Baz Luhrmann.

Hoy le toca el turno a una película que es muy especial para mí y de la que aprendí importantes lecciones sobre cómo afrontar la vida.



La primera vez que vi en condiciones esta obra fue con 12 años de edad, al principio de mi adolescencia.

Todos sabemos que durante esta época de nuestra vida experimentamos muchos cambios, destacando el querer buscar identificarse con un grupo o con una afición.

Mi amor por el séptimo arte no empieza con la edad ya mencionada, viene de mucho tiempo atrás. Desde que tenía apenas 6 años me encantaba escuchar en bucle ,por así decirlo, las bandas sonoras de "Tarzán" y "Mulán", disfrutaba viendo los VHS y uno de mis sueños era ser de los que picaban las entradas en los cines (sí, una profesión muy rebuscada, pero me molaba bastante).

Al entrar en la "edad del pavo" por excelencia, mi relación de amor con el cine seguía siendo muy fuerte, pero me avergonzaba admitir frente a mis amigos y algunos compañeros de clase este extraño vínculo, ya que temía que me etiquetasen de "bicho raro", por así decirlo.

Un día, aleatoriamente, fui con mi madre a uno de mis sitios favoritos cuando tenía esa edad, que era el videoclub Blockbuster que se encontraba al salir de mi barrio. Tristemente, el local estaba de liquidación y vendían sus películas a precios muy asequibles para el consumidor. Me llamó la atención la caratula de una de ellas. Se veía la cara de una chica sonriente y letras en cursiva en un anaranjado que no pasaban para
nada desapercibidas por mis ojos. Ese dvd tenía que ser mío. Convencí a mi madre para que me lo comprara dándole a entender a ella que ya la había visto y me encantaba (una mentira un pelín piadosa pero sin ninguna maldad). Finalmente, tras varias negociaciones, lo logré.

Ya en mi casa, puse el dvd en la PlayStation, y empecé a verla. ¿Quién me iba a decir que a partir de ese
momento "Amelie" era una de las películas de mi vida?

Lo primero que me impresionó era el estilo tan personal que desprendía desde los primeros planos y la forma de narrar la historia. Nunca había visto nada parecido y ya desde el minuto 1  estaba metido de lleno en lo que me estaba contando sobre la pequeña parisina.

El aspecto técnico en el que se encuentra envuelto el film de Jean Pierre Jeunet es impecable, en el que el buen gusto predomina. La fotografía, con una amplia gama de verdes, amarillos y rojos, junto al uso de tonos pasteles ayudan a transportar al espectador a un Paris romántico, que te enamora y del que te va a
resultar imposible desprenderte de él. La elección de decorados se encuentra en equilibrio entre lo elegante y lo bohemio, términos que chocan por sus distintos significados. Desde el piso de Amelie, hasta el bar dónde ella trabaja son bellos, cada uno a su manera, demostrando que no hace falta inventar mundos paralelos para conseguir un buen gusto.
La banda sonora firmada por Yann Tiersen es a día de hoy una de las creaciones claves en la historia del cine. Una música en ocasiones muy loca, y en otras más sosegada y tranquila, pero que encaja perfectamente con el tono optimista que desprende este largometraje.
El montaje es otro aspecto a tener muy en cuenta a la hora de valorar el conjunto técnico. Es frenético, como su protagonista, en los que se mezclan algunas partes puntuales en blanco y negro, con cámaras aceleradas y algunas exageraciones fantásticas (de fantasía me refiero) que le dan ese toque exagerado que intencionadamente se buscaba desde un principio.

¿Y qué decir de la dirección de Jean Pierre Jeunet y del guión de Guillaume Laurant? Arriesgados, divertidos, inusuales, imaginativos y con gran talento, son algunos de los calificativos que se me ocurren para describir la buena labor realizada por ambos responsables.

La creación de los personajes secundarios es variopinta y desternillante. Desde la camarera hipocondríaca hasta el torpe frutero pero con un gran corazón Lucien son encantadores y gozan de grandes momentos en pantalla. Imperdibles las descripciones de los padres de Amelie y sobretodo de los gustos de nuestra protagonista.


Pero sin duda, el gran descubrimiento de esta película era la portentosa actuación de Audrey Tautou  y su Amélie Poulain. No sólo lograba una interpretación imposible de olvidar con un personaje tan entrañable a la vez que jugoso. Te llegaba al corazón, y sentías la necesidad irrefrenable de querer que todo le saliese bien en su destino. Brilla en cada una de sus escenas, llegando al momento culmen en ese final tan ansiado y feliz.
A pesar de que esta actriz tiene un talento bastante infravalorado, su papel tuvo tanto calado en la audiencia que es imposible no acuñarle junto a su apellido Tautou el de Poulain. Y lo ha intentado siendo una chica enamorada en la primera guerra mundial, Coco Chanel u otros caracteres, pero nada...

"Amelie" tiene tantas escenas memorables, que me resulta imposible elegir una que destaque sobre el resto
. Pero como quiero escoger una, me decanto por el desenlace de la película. Aviso de Spoiler para quien no la haya visto. Que ni se les ocurra abrir los siguientes vídeos

¿Por qué considero a "Amelie" como una obra maestra y una de las películas de mi vida?
Principalmente, porque  me dí cuenta gracias a ella  que no tenía que sentirme abochornado por sentir afecto por este hermoso arte y a estar orgulloso de ser diferente al resto. Me hizo, por así decirlo, más fuerte en la vida.

Remontándome al inicio de esta entrada, mencionaba mis ilusiones de niño. Todos sabemos que cuando somos unos enanos nos gusta creer en los hechizos con personajes como el Ratoncito Pérez o Los Reyes Magos. Tristemente, cuando ya nos vamos haciendo adultos dejamos de creer en tales esperanzas y se podría decir que poco a poco, nos vamos pudriendo por dentro. La ultima enseñanza que me  mostró este maravilloso largometraje francés es que el cine es pura magia. Es un lugar de reencuentro con tus actores preferidos y una forma muy bella de mantenerte unido a ellos. Al igual que el zorro en "El Principito", el cine quiere ser domesticado, y nosotros como espectadores de esta maravilla debemos mimarlo, ya que si tendemos a obviarlo puede ser que perdamos parte de nuestra esencia en un futuro no muy lejano.

Yo sí que creo en la magia, ¿y vosotros?

Hasta aquí la sección de "Las Películas de Mi Vida". En el próximo capítulo nos iremos de viaje con una familia media norteamericana en una furgoneta ¿Adivináis de cuál es la película a la que me refiero?

2 comentarios:

  1. Me encanta!
    Adivinada la siguiente!!Qué ganas de un nuevo post!!

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    Respuestas
    1. Pues puede ser que en menos de 48 horas caiga la próxima.
      Así que atenta.

      Un besote Mer!!!

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