sábado, 8 de octubre de 2016

Crítica de Un monstruo viene a verme de J.A. Bayona


Dirigida por J.A. Bayona
Elenco: Lewis MacDougall, Felicity Jones, Liam Neeson, Sigourney Weaver

Contar una historia no suele ser una tarea fácil. Y si se tiene que usar la verdad para explicarla todo se complica en cierta forma. El libro Un monstruo viene a verme, escrito por Patrick Ness, trataba de hacer una radiografía de este preámbulo a través de los ojos de su protagonista Conor, un chico de doce años que sufre acoso escolar y cuya madre está muy enferma. Este relato (que cuenta con grandes dosis de fantasía y drama adulto) fue un exitazo de ventas y generó tan buenos resultados en el público joven que era inevitable no pensar en que no tardarían mucho en hacer una adaptación para la gran pantalla.

J.A, Bayona, experto en convertir en oro todo lo que toca, vio en esta oportunidad la mejor manera para concluir la trilogía de temática materno filial que inició con El Orfanato en 2007 y prosiguió en 2012 con la estupenda Lo imposible. Con este particular monstruo el realizador catalán se lanza al vacío logrando finalmente su mejor película, la más intima y con la que más he conectado. 

Y es que cuando tienes un equipo con el que llevas trabajando desde tus inicios se nota esa maduración autoral regalándonos una de las mejores cintas de las vistas en este 2016, La banda sonora de Fernando Velázquez es más simple e igual de efectista que las escuchadas en sus anteriores aportaciones con un tema principal conmovedor, sencillo y con un más que interesante uso de los coros. La deliciosa fotografía de Óscar Faura, el perfecto juego de montaje hecho por Bernat Vilaplana junto a la aportación musical ya mencionada se sincronizan generando un espectáculo que sobrecoge simplemente juzgando su envoltorio técnico. Mención especial para el uso que se hace de los efectos visuales y de las animaciones (simulando texturas acuarelas) que aportan e impactan en pantalla reforzando la narrativa. 

Pero es que además de todo esto está muy interpretada y adaptada. La revelación absoluta es Lewis MacDougall que aguanta como nadie los primeros planos, lo da todo con una interpretación de un dramatismo intenso pero necesario y con una presencia en escena de esas que alumbran la pantalla.
Felicity Jones y Sigourney Weaver están fantásticas al igual que el sobresaliente trabajo vocal de Liam Neeson. El conjunto reluce, al igual que lo hace su guion. Patrick Ness firma la adaptación mejorada de su novela con una grandeza igual de enorme que el árbol que es testigo de los grandes cuentos que se relatan en el film.

Se le pueden recriminar cosas a Bayona y discrepar sobre su forma de percibir el séptimo arte... pero no se le puede echar en cara que no sepa dirigir. Hacer cine emocional y tener éxito está mal visto en la cínica España de hoy en día. Un monstruo viene a verme también es cine español por mucho que quieran negarlo sus detractores. Por esto y por más razones le deseo el mayor de los éxitos a este profesional que está elevando a nuestra cinematografía en el mundo. No os perdáis esta maravilla en la que talento y saber hacer se conjuran para emocionar al espectador y lo consigue.

Y a los que la califican como pornografía emocional... que rabien.

Lo mejor:
Un último tramo perfecto y que 
Bayona sepa dirigir tan bien a los niños y todo
lo que se le ponga por delante.

Lo peor:
La canción hecha por Keane para la película no suena.
A reivindicarla.

Nota: 9/10



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