viernes, 30 de septiembre de 2016

Cuatro razones por las que amar El hombre de las mil caras de Alberto Rodríguez



El director andaluz más laureado de la historia del cine español vuelve más fuerte que nunca. Tras los notables resultados obtenidos con su anterior trabajo La isla mínima (un exitazo de crítica y público), Alberto Rodríguez se atreve a hacer una radiografía muy interesante de un episodio bastante actual de la historia política y económica de nuestro país en El hombre de las mil caras. En Cine Para Iniciados hemos podido verla y lo que queda claro es que es una de las mejores cintas estrenadas en este 2016.
Estas son las cinco razones por las que no os la podéis perder:

 1) Las inmensas actuaciones
Si bien es verdad que en sus anteriores trabajos eran un par de actores los que se lucían (Juan José Ballesta y Jesús Carroza en 7 Virgenes o Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez en La isla mínima), en El hombre de las mil caras todos cumplen. Destaca Eduard Fernández como el protagonista y nexo común de todos los hechos realizando una interpretación carismática basada en la contención sin llegar al histrionismo. Sus compañeros de reparto resultan estar muy solventes, siendo Carlos Santos el que se desenvuelve como pez en el agua interpretando al polémico personaje público Luis Roldán. Un secundario memorable que puede marcar su carrera. Mención especial para Marta Etura que deslumbra en apenas cinco minutos de aparición.


2) La consolidación de Rodríguez como experto en el thriller
Grupo 7 supuso una interesante vuelta de tuerca al género del thriller policíaco mientras que La isla mínima hizo algo parecido añadiendo aspectos rurales aplicados al mundo rural andaluz a comienzo de los años ochenta. En esta nueva obra juega con el misterio en la trama de una manera bastante curiosa y es a través del juego con la historia actual nacional la manera con la que quiere seducir y enganchar al espectador. Las dos horas de duración del film se pasan volando y eso es posible en gran parte gracias al saber hacer de su realizador.


3) El guion es una lección de historia
Con la ayuda de diálogos inteligentes y accesibles, el público medio consigue entender esta turbulenta y vergonzosa trama de corruptela política que asombró a España a mediados de los noventa Un hecho muy meritorio que puede pasar desapercibido.


4) La maduración técnica
Si hay un aspecto que mima mucho el sevillano es, sin lugar a dudas, el apartado técnico de sus películas. En este último trabajo juega con la fotografía en varias ocasiones como hacia en su anterior cinta. En lugar de usar planos aéreos, Alex Catalán recurre a un fascinante juego de luces y sombras, en el que los ladrones realizan sus acciones bajo la oscuridad mientras que en el resplandor se aprecia la pomposidad y la exageración en colores de la élite política del momento. La banda sonora de Julio de la Rosa lejos de la oscuridad a la que nos tiene acostumbrados resulta ser muy cañi y rockera llegando en los momentos cruciales de la película a dotar a las imágenes de un atractivo sonoro y visual apasionantes. Tanto el vestuario como los exteriores se notan que están muy bien documentados. Un acierto total.

Llamada a ser la ganadora de la próxima edición de los Goya, esta original propuesta fue estrenada la pasada semana, día 23 de septiembre. No se la pierdan.

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