lunes, 12 de septiembre de 2016

Crítica de No Respires de Fede Álvarez



Dirigida por Fede Álvarez
Elenco: Jane Levy, Dylan Minnette, Stephen Lang y Daniel Zovatto
Crítica:


Vamos a ser honestos tanto usted (o tú si es demasiado formalismo) como servidor (o yo). Uno de los mayores pánicos a los que nos hemos enfrentado alguna vez al quedarnos solos en nuestros hogares es, además de quedarnos sin provisiones de comida, el preguntarnos y creer que en cualquier momento íbamos a ser atracados por una red de ladrones muy preparada que nos las haría pasar canutas. 

Los espectadores hemos sido testigos de multitud de películas que tratan dicha temática desde una perspectiva predecible y esquemática en la que una familia, casi siempre con un alto poder adquisitivo, recibe la visita de unos invitados que le harán la velada un tanto incómoda. Si bien es verdad que estas tramas han encumbrado a directores consagrados como Michael Haneke o David Fincher hay que tener en cuenta también que estas destacaron por su buen hacer principalmente, Estos asaltos nunca han solido contar con films a su altura hasta ahora...

No respires es una necesaria vuelta de tuerca al género con un ritmo acelerado sin concesión a adentrarse en dramas que no vienen a cuento. Esta vez nos introducimos en el robo de una finca desde la perspectiva de los atracadores, tres muchachos jóvenes, que a pesar de su corta trayectoria se
podrían considerar profesionales del arte del hurto. Tras investigar en Internet uno de los muchachos, este descubre que en una zona residencial prácticamente desalojada vive un antiguo sargento retirado (ya que se quedo ciego en un misión) que en su caja fuerte guarda la friolera de un millón de dólares. Lo que prometía ser una misión sencilla  y rudimentaria se torna en un juego de cazadores en el que el gato tratará de atrapar a los ratones.

Lo más meritorio de esta maravilla realizada por el uruguayo Fede Álvarez (2ª película de su carrera).es la claustrofobica atmósfera que crea con el simple uso de una casa (con múltiples recovecos en los que esconderse), un juego de luces y sombras que inquieta y un montaje de sonido en el que las pisadas y disparos se mezclan con total eficacia con la espeluznante (y buena) banda sonora del español Roque Baños. A todos estos ingredientes hay que añadir el trabajo de los actores, muy solventes, de los que destaca Stephen Lang como el vecino que a ninguno nos gustaría tener alguna vez en nuestra vida y el guion que sin apenas diálogos reluce hasta puntos insospechados. 

Propuestas como esta nos demuestran que es posible una regeneración del suspense con toques de terror psicológico. No os la perdáis y si la veis, recordad no respirar...

Lo mejor:
La valiente dirección de Fede Álvarez

Lo peor:
Algún exceso final.

Nota: 8/10 

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